Aquella vez que me quedé mudo durante tres días ...

Aquel jueves día tres de febrero me desperté por un ruido, parecía un día como todos los demás, bajé las escaleras y cuando me dispuse a dar los buenos días mi madre, no me salió ningún sonido de la boca, yo movía y movía la lengua pero seguía sin salir sonidos de mis labios. Yo me sentía nervioso e inquieto, no sabía que me ocurría .

Mi madre decidió llevarme al médico, ellos me miraban y miraban la garganta con una gran variedad de aparatos  raros, pero ninguno de ellos conseguía saber lo que me pasaba, al final llegaron a la conclusión  que lo que me había dejado mudo era susto con el que me desperté esa mañana , me dijeron que en dos o tres días podría hablar. Me tranquilicé mucho, porque pensé que dos o tres días se pasarían pronto aunque para mí los días serían muy largos ya que hablo mucho.

Empecé a hacer vida normal, cuando quería decir algo a alguien se lo escribía en una pizarra que me dió mi madre. 

En el colegio no podía contestar a las preguntas que me hacía la profesora, no podía protestar, ni comentar jugadas cuando jugaba con mis amigos al fútbol que duro era estar mudo, pero a los demás a lo mejor les gustaba porque no les molestaría con mis gritos y protestas, tenía mucha ganas d que pasaran los dos o tres días para que todo esta desapareciese. La noche del tercer día me acosté muy tarde para que la noche fuera corta y a ver si por la mañana no estaba mudo. A las ocho sonó el despertador para ir al cole. Al despertar la pregunté a mi madre que día era y me dijo que era día tres de febrero todo aquello había sido ¡un malísimo malísimo sueño!

                                                                                                                          ISMAEL